Wednesday, September 16, 2015

¿UN CREYENTE POSEÍDO? ¿MINISTERIOS DE LIBERACIÓN?




¿Puede un creyente ser poseído por demonios? ¿Son bíblicos los "ministerios de liberación"? 

No encontramos en la Biblia una respuesta directa a estas interrogantes, pero si encontramos abundantes verdades bíblicas que dejan claro que NO puede ser poseído un verdadero creyente. Es imposible que uno o más demonios tengan control directo y total de los pensamientos y/o acciones de un verdadero creyente; no solo es aberrante e improbable, sino bíblicamente imposible. Pasajes como Mateo 17:14, Lucas 4:33 y Lucas 8:27 describen casos de posesión demoníaca pero jamás en toda la Biblia aparece un verdadero creyente poseído, ni cristianos “echando fuera demonios” de otros cristianos. Cuando leemos sobre Cristo y los apóstoles echando fuera a demonios, SIEMPRE LO HACÍAN A PERSONAS NO CREYENTES.

Ahora bien, no es lo mismo ser poseído, que ser oprimido e influenciado. Un verdadero creyente sí puede ser oprimido por los demonios, si Dios Soberano lo permite (como en el caso de Job). Pero siempre limitará el alcance y duración de la opresión, y servirá para cumplir sus propósitos eternos y buenos (ver como ejemplo el caso de Pedro siendo zarandeado "como trigo" pero Cristo intercedía por él). En la opresión puede haber un ataque espiritual sobre la persona, que puede afectar sus pensamientos y su conducta, y ésta puede ser probada, afligida e incluso animada o impulsada a pecar de cierta forma. En todo caso, la solución no es una "liberación" del creyente oprimido (no vemos a Job reprendiendo ni cancelando ninguna maldición), sino el sometimiento obediente a la Palabra de Dios, humillarnos ante Él por la prueba que ha permitido, descansando en el sacrificio y la Sangre del Cordero y confiando en el Señor y en su Palabra, como lo hizo Job.


¿GUERRA ESPIRITUAL?

En la Biblia hay pasajes que tratan acerca de la guerra espiritual de los creyentes, como Efesios 6:10-18, 1ª Pedro 5:8-9 y Santiago 4:7 pero nunca se nos indica que debemos hacer “liberaciones” a los cristianos. Más bien se nos instruye que le resistamos, que estemos firmes contra sus asechanzas y que nos pongamos la armadura de Dios. Dicha armadura gira totalmente en torno al evangelio: ¡La verdad, la justicia de Cristo, el evangelio de la paz, la fe y la salvación! ¡LA VERDADERA LIBERACIÓN DEL PODER DEL DIABLO Y DEL PECADO ESTÁ EN EL EVANGELIO DE JESUCRISTO! Vea por favor ROMANOS 1:16 y COLOSENSES 1:13.

Cuando el creyente recibe el don de arrepentimiento y la fe para creer, entonces es justificado en Cristo, adoptado como hijo de Dios y sellado con el Espíritu Santo. Esto significa que es marcado como propiedad de Dios, lavado con la sangre del cordero, y habitado por el Espíritu Santo (ver por favor 1ª Corintios 3:16, 6:19, Romanos 8:9-11). Es imposible que cohabiten los demonios donde habita el Espíritu Santo de Dios.

Es impensable que un hijo de Dios comprado con la sangre de Cristo (1ª Pedro 1:18-19), hecho nueva criatura (2ª Corintios 5:17) pueda ser controlado por los demonios. 1ª de Juan 2:13 y 4:4 dice que hemos vencido al maligno y al mundo PORQUE MAYOR ES EL QUE ESTÁ EN NOSOTROS.

Lo que sí puede darse es que una persona no sea verdaderamente convertida al Señor, sino que asiste a la iglesia y parece comportarse como creyente, pero no lo es. Ver Mateo 12:43-45. Esta persona NO es habitada por el Espíritu Santo, y puede llegar a ser poseída y dominada por el poder de las tinieblas. Esto nos debe llevar a cuestionar la conversión de algunas personas, pero no la Biblia. 

También puede haber personas creyentes pero que padecen trastornos psicológicos o psiquiátricos y necesitan ayuda médica más que espiritual. Pero estos últimos no están poseídos sino químicamente desbalanceados necesitados de atención profesional. El pastor o consejero deberá determinar (con mucha oración y quizá varias sesiones de consejería) si la persona es creyente y confiesa a Jesucristo como su salvador, para referirlo a un profesional médico; o si se trata de un falso creyente que exhibe evidencias de una verdadera influencia demoníaca.

En todo caso, la respuesta a la influencia demoníaca, opresión, hostigamiento y hasta la posesión a inconversos sigue siendo EL EVANGELIO DE JESUCRISTO. 

BÍBLICAMENTE EL ÚNICO MINISTERIO DE LA IGLESIA ES HACER DISCÍPULOS MEDIANTE LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO, EDIFICÁNDOLES MEDIANTE EL DISCIPULADO, LOS SACRAMENTOS, LOS MEDIOS DE GRACIA Y EL SERVICIO A DIOS.

¿DESEA UN MINISTERIO QUE LIBERE A LAS PERSONAS DE SATANÁS, DEL PECADO Y DE LA MUERTE? PREDIQUE A CRISTO. Ver 2ª Timoteo 2:24-26.

ERRORES Y PELIGROS DEL “MINISTERIO DE LIBERACIÓN”

Su enfoque es echar fuera demonios o espíritus para resolver problemas asociados con ellos. Por ejemplo un “ministro de liberación” puede intentar ayudar a alguien con problemas de enojo, echando fuera al “espíritu de enojo e ira”. También puede intentar “romper cadenas generacionales de ira”, “romper ataduras espirituales”, “maldiciones ancestrales”, etc.

El problema es que los creyentes que batallan con su carne, y son animados a despojarse del viejo hombre, renovar su mente y vestirse del nuevo, ahora ya no tienen que reconocer sus faltas con arrepentimiento y humildad; le pueden echar la culpa a “un espíritu” y reprenderlo. La Biblia no instruye al creyente que “se deje ministrar” ni que vaya a una “sesión de liberación”, sino que ANDE EN EL ESPÍRITU DIARIAMENTE, QUE SEA LLENO DE ÉL, Y QUE NO SE CONFORME A ESTE SIGLO. QUE RECONOZCA SUS PECADOS CON HUMILDAD Y REPOSE EN EL PODER Y LA GRACIA DE DIOS PARA LIBERARLO DE SUS CADENAS.

Otro problema con este “ministerio de liberación” es que la Biblia no dice nada acerca de dicho ministerio para la iglesia, fuera de la proclamación del evangelio y el discipulado, que son la verdadera y única liberación. Efesios 4:11 menciona los ministerios u oficios de la iglesia y en ninguno aparece “liberador” ni nada similar.

¿La enfermedad producto de actividad demoníaca?
No hay duda que los demonios pueden enfermar y matar; pero nuevamente JAMÁS podrán tocar a un creyente, si el Señor no se los permite. Y cuando les permite, los limita y lo hace con un propósito bueno y salvífico. La Biblia dice en Santiago 5:14 que la verdadera causa de enfermedad es el pecado, y que la oración de fe de los ancianos le sanará, siendo perdonados sus pecados.

Es cierto que en los evangelios aparecen Jesús y sus apóstoles echando fuera demonios, pero en ninguna de las porciones de enseñanza de la Biblia (desde Romanos hasta Judas) se menciona que este sea un oficio de los creyentes y la iglesia en general. Fue algo específico de Cristo y sus apóstoles. No vemos en estas porciones de enseñanza eclesial un ministerio de liberación, ni un método distinto a la proclamación del evangelio. De hecho, cuando se menciona actividad demoníaca, se propone la verdad del evangelio como única manera de liberar las almas del poder de las tinieblas. (Favor leer Efesios 2:1-20).

La Biblia claramente expresa que Satanás y sus demonios son seres creados, finitos, con poder y libertad limitadas por el Dios soberano, y que sin darse cuenta cumplen los propósitos de Dios. Cuando él les da permiso de tocar a uno de sus hijos, los limita (Job) y lo hace para cumplir sus propósitos de santificación y llamado en sus hijos (Pedro).

SI QUEREMOS QUE LOS CREYENTES MADUREN EN CRISTO, NO LES DEBEMOS ENSEÑAR A EVADIR SU RESPONSABILIDAD PECAMINOSA, ECHANDO LA CULPA DE TODO AL DIABLO. Deben confesar sus errores y defectos carnales con humildad. La Biblia dice en 1ª Juan 1:8 al 2:3 que el creyente debe reconocer (y no negar) sus pecados, confesarlos a Dios y pedir perdón con arrepentimiento y humildad. Y Dios le perdonará y limpiará. 

¿Entonces no hay influencia ni opresión demoníaca en los creyentes? Sí la hay, pero la respuesta no es una sesión de liberación, sino la llenura diaria del Espíritu y la Santificación por el Espíritu y los Medios de Gracia.

UNA EXPLICACIÓN DE MARCOS 16:17 "Y estas señales seguirán a los que creen..."

El pasaje de Marcos 16:9-20 es considerado por los estudiosos como un “texto espurio”, es decir, que no se encuentra en los manuscritos originales, antiguos y confiables del siglo IV. Al parecer, su añadidura a la traducción bíblica es un esfuerzo de dar un final al evangelio de Marcos, pero se da hasta el siglo XIV. Hay abundante evidencia exegética que este pasaje no concuerda con el resto del libro. Ejemplos: La transición entre versículos 8 y 9 es abrupta; la palabra “habiendo” del 9 debería ser una continuación del versículo 8, sin embargo, no continúa con el relato de las mujeres. El participio “resucitado” debería concordar con el sujeto del versículo 8 “las mujeres” y no es así. A María Magdalena se le introduce como si fuera primera vez, habiéndola previamente mencionado cuatro veces en los capítulos anteriores. Además abundan palabras griegas en este pasaje que no son utilizadas en lo absoluto en el resto del libro de Marcos.

Siendo un texto espurio, no debe descartarse como parte de la Palabra inspirada de Dios, pero no se puede extraer doctrina de él, sin tomar en cuenta otros pasajes paralelos. En este sentido, la gran comisión descrita en Mateo 28:18-20 no habla de echar fuera demonios sino de hacer discípulos de Cristo, bautizándoles en el nombre del Dios trino y enseñándoles a guardar la Palabra. Podemos interpretar “echarán fuera demonios” de Marcos, como “id y haced discípulos, bautizándoles y enseñándoles” de Mateo; es decir, la proclamación del evangelio que libera del poder de las tinieblas.

Estas señales mencionadas en el versículo 17 son prometidas a la comunidad apostólica (Mateo 10:1, 2ª Corintios 12:12) y no a todos los creyentes de todas las épocas (1ª Corintios 12:29-30). Todas estas señales fueron experimentadas por la iglesia apostólica y reportadas en las Escrituras (Hechos 28:5) más no después (Marcos 16:20).

 En todo caso, cuando habla de “echar fuera demonios”, no se refiere a echarlos de los creyentes; sino que “los que creen” echarán fuera demonios de los inconversos.

CONCLUSIÓN
      Satanás y los demonios si existen, son reales enemigos de nuestras almas. Pero debemos recordar que ya fueron vencidos por Jesucristo en la cruz del calvario, y no pueden tocar las almas ni los cuerpos de los cristianos, si el Dios Soberano no se lo permite. Por lo tanto, pongámonos toda la armadura de Dios, seamos llenos del Espíritu y resistamos al diablo estando firmes en la fe. Sobre todas las cosas, prediquemos el evangelio, que es PODER de Dios para salvar y liberar a las almas que están cautivas por Satanás. Hagamos discípulos que sean llenos del Espíritu, que busquen su santificación y planten iglesias, pues este es el verdadero ministerio de liberación y nuestro llamado en la Biblia.












Wednesday, September 9, 2015

¿CIUDADANOS DEL REINO? ¿MENTALIDAD DE REINO?


¿QUÉ ES EL REINO DE DIOS?

¿Las ha escuchado? Son frases muy particulares, con un lenguaje peculiar. Están cada vez más de moda en muchos círculos cristianos, especialmente en círculos apostólicos/proféticos de tipo neo-pentecostal: "Soy un ciudadano del reino", "tengo derecho a lo mejor, porque pertenezco al reino", "tienes que vivir bajo los principios del reino", "no tienes mentalidad de reino", "soy una princesa guerrera, porque soy hija de un rey". Aunque las frases en sí no son del todo malas, y tienen algo de verdad, lastimosamente el significado y el enfoque que se les da es material y antibíblico. Todo procede de un error doctrinal peligroso: "el reino ahora". 


¿"CIUDADANOS DEL REINO"?

Pablo les recordó a los Filipenses (ciudadanos romanos, por cierto muy orgullosos y seguros de su ciudadanía terrenal) que su ciudadanía está en los cielos, de donde esperaban al Salvador Jesucristo. Es decir que todo creyente es ciudadano del reino de los cielos. 

Muchos piensan que el reino de Dios es terrenal, y por eso creen que el cristiano debe tener mucho dinero, prosperidad, éxito material, lujos, poder económico, poder político, etc. Dicen “debo tener prosperidad; después de todo, ¡soy hijo de un Rey!” Pero Jesús dijo: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.” (Juan 18:36)
También dijo: "en el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." (Juan 16:33). Podríamos citar verso tras verso, ejemplo tras ejemplo de cómo los verdaderos ciudadanos del reino NO SIEMPRE tienen prosperidad. De hecho, a menudo los apóstoles y los cristianos eran perseguidos injustamente, y sufrían por la causa de Cristo. Este mundo caído lleno de sufrimientos no es el hogar de los creyentes.


¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

El reino de Dios es espiritual, y significa que Cristo venció sobre el pecado en la cruz, venció también a la muerte, y hoy ha sido hecho Rey sobre toda creación: Filipenses 2:5-11, Hebreos 1:8, Apocalipsis 19:11-16. (favor leer)

Jesús explicó por medio de ejemplos y parábolas el concepto del reino de Dios (Mateo 13:31-52) y en cada una, siempre se refería al evangelio, a la salvación, al cumplimiento de las profecías del antiguo testamento en Cristo. Solo una mala interpretación bíblica podría hablar del "reino de Dios" como algo material relacionado a prosperidad y riquezas. Los proponentes del "evangelio de la prosperidad" no se han dado cuenta que su mensaje e interpretación es en realidad 100% carnal y produce muchas falsas conversiones.

El reino de Dios SERÁ TERRENAL a futuro. En su primera venida, Jesús vino como siervo humilde y sufriente. En su segunda venida, regresará como Rey Todopoderoso y Soberano, y establecerá su reino milenial aquí en la tierra, y nosotros ahí si vamos a reinar con él. La falsa enseñanza del "reino ahora" interpreta pasajes bíblicos referentes al reino milenial, y los aplica a la vida en la tierra antes de la segunda venida. 


En resumen, el REINO DE DIOS viene a través del Evangelio, cuando Cristo es proclamado rey de nuestra vida y  nuestro corazón. Es cuando por Gracia Divina bajamos del trono al YO y a la carne, y en su lugar reina Cristo. Es cuando nos sometemos en obediencia a lo que dice su Palabra. Así Cristo es Rey y Señor, victorioso sobre el pecado, la muerte y Satanás. 

SOMOS CIUDADANOS DEL REINO CUANDO DIOS "NOS HA LIBRADO DE LA POTESTAD DE LAS TINIEBLAS, Y TRASLADADO AL REINO DE SU AMADO HIJO, EN QUIEN TENEMOS REDENCIÓN POR SU SANGRE, EL PERDÓN DE PECADOS." (COLOSENSES 1:13)

-Por eso dice Jesús “buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33). Está diciendo “preocúpese porque Cristo sea su rey, preocúpese por someterse a la Palabra de Dios, preocúpese por lo espiritual, y el Señor se encargará de lo material.” Por supuesto que Dios provee y cuida se los suyos, pero no es su enfoque ni debe ser prioridad lo material, sino una añadidura a la salvación, que es la principal bendición.

¿Eres salvo? Felicidades, eres un ciudadano del Reino de Cristo. Quizá en esta tierra no seas poderoso ni rico, pero tienes un tesoro mucho mayor en los cielos: tu herencia eterna y la salvación de tu alma, la cual está segura y garantizada por el Espíritu Santo que te ha sido dado.

"haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, ahí estará también vuestro corazón." (Mateo 6:20-21).