Hoy en día existen entre los creyentes
varias posturas respecto a la relación entre la nación de Israel y la iglesia
de Cristo. Algunos piensan que son dos pueblos de Dios separados; otros dicen
que la iglesia sustituyó a Israel por completo como pueblo escogido de Dios,
debido a que Israel rechazó a Cristo. La postura que se adopte dependerá de la
interpretación de los pasajes bíblicos relevantes; sin embargo es importante
que el creyente considere TODA LA ESCRITURA referente a este tema y no
solamente algunos versículos aislados, para llegar a una conclusión verdadera y
bíblica. También es de gran valor tomar en cuenta la postura histórica y
reformada de la iglesia, para evitar interpretaciones novedosas y recientes,
que carecen de un fundamento bíblico y que buscan respaldar teologías por encima
de la verdad escritural.
Para no desviarnos de dicha verdad, debemos ver el Plan redentor de Dios
como UNO SOLO a través de toda la Biblia. La historia comienza con la caída de
Adán como representante de la raza humana. Romanos 5:12-21 dice que todos los
hombres pecamos en Adán y caímos con él en un estado de miseria, condenación y
muerte. Es decir, heredamos la maldición de tener una naturaleza corrupta y
pecaminosa. Pero Dios en su misericordia tomó la iniciativa para salvar y restaurar
a sus escogidos a una relación de comunión con Él. Por medio de un pacto de
Gracia, Dios comenzó a formar un pueblo para sí mismo de entre las naciones;
comenzando formalmente con el llamamiento de Abraham hasta llegar a la plenitud
de dicho pacto en la primera venida de Jesucristo.
Nótese que desde el principio Dios establece que se trata de UN SOLO
PUEBLO para sí mismo, bajo Abraham. Dios le promete en Génesis que sería padre
de multitudes, y que en él serían benditas todas las familias de la tierra.
Estas promesas encuentran su pleno cumplimiento en Jesucristo. Desde el
principio, el único mediador del pacto de gracia ha sido Jesús, evidenciado por
el sistema de sacrificios de Israel, los profetas que anunciaban al mesías, las
fiestas que hablaban de Cristo como “sombra de lo que había de venir”.
La Biblia dice claramente que la simiente prometida a Abraham es una
sola: Cristo, y que todos los
creyentes se convierten en herederos por fe, de las promesas hechas a Abraham:
“Ahora bien, a Abraham fueron hechas las
promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de
muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.” Gálatas 3:16
“Ya no hay judío ni
griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros
sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de
Abraham sois, y herederos según la promesa.” Gálatas 3:28-29
La postura bíblica no se trata de una “teología
de reemplazo” (“replacement theology”) donde la iglesia sustituye a Israel por
su incredulidad. Como explica Romanos 11 la iglesia fue injertada al pueblo de
Dios por su fe en Jesucristo, pero no ha sustituído a Israel pues éste no ha
sido desechado. Queda un remanente escogido por gracia, que cree (o creerá) en
Jesucristo para su salvación.
Tampoco
se trata de una “teología dispensacionalista” donde se marca claramente una
separación entre Israel y la iglesia de Cristo, al grado de llegar a tener dos
pueblos de Dios.
La
verdadera postura bíblica establece que hay un solo pueblo escogido de Dios,
compuesto por todos aquellos que creen en Jesús para salvación, ya sean judíos
o gentiles, hombres o mujeres, esclavos o libres. En el Antiguo Testamento, el
pueblo escogido era la nación judía. En el Nuevo, la pared de separación fue
derribada (ver Efesios 2:14-15) y el pueblo de Dios fue ampliado para incluir a
“todas las familias de la tierra” que creen en Jesús. Recordemos que:
“…no es
judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace
exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la
circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra…” Romanos 2:28-29
EL ISRAEL DE
DIOS ES ESPIRITUAL: TODO AQUEL QUE CREE EN CRISTO PARA SALVACIÓN
Por eso Pedro
le dijo a los cristianos: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios…” 1ª Pedro 2:9
La iglesia de Cristo es el pueblo escogido de Dios, llamada "para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable."
La iglesia de Cristo es el pueblo escogido de Dios, llamada "para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable."
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