Para disfrutar mejor del contenido de este blog, favor leer en su Biblia 1 Reyes 20:1-13, y tener el resto del capítulo abierto al momento de leer este artículo. ¿Listo? Comencemos.
Los creyentes servimos a un Dios grande, poderoso y misericordioso. No
importa qué tan grande y poderoso sea el enemigo, y a pesar de nuestros muchos
errores, nuestro Padre nos ama con amor eterno.
Acab había sido el peor Rey sobre Israel, llevando a todo el pueblo
hacia la idolatría y el pecado (leer 1 Reyes 16:30-33, 21:25-26). Dios había
tratado duramente con ellos, por medio del profeta Elías. Pero ahora se levanta
un enemigo muy poderoso: Siria, cuyo rey era Ben-adad. Siria era siete veces más grande en territorio, y tres veces más grande en población que Israel. Este numeroso enemigo amenaza gravemente
a Israel, pero el Señor acude a defender a Su Pueblo. Aquí aprendemos tres lecciones
valiosas:
1. DIOS DEFIENDE A SUS HIJOS, AUNQUE ESTOS LE HAYAN FALLADO. El Señor
les pudo haber dicho “a ver, que los defienda Baal, acudan donde Asera” ¡pero
en lugar de eso, vemos su inmensa Gracia defendiéndolos! Dios les da la
victoria para que vuelvan al camino, y sepan que nadie les puede defender, solo
Jehová es su guardador. Mira la impactante victoria que les dio en 1 Reyes 20:16-21.
2. CUANDO DIOS TE DÉ LA VICTORIA, NO VUELVAS A LO MISMO EN LO QUE HABÍAS
CAÍDO. En 1 Reyes 20:22 el profeta le dice a Acab: ¡NO BAJES LA GUARDIA EN
TU VIDA ESPIRITUAL! “Mira bien lo que has de hacer porque pasado un año, el enemigo volverá”. Dios no quiere que nos
confiemos en la victoria, volviendo así al mismo estilo de vida de pecado.
¿Cuántas veces nos ha sucedido, que el Señor nos da la victoria contra el
enemigo, llámese adicción, llámese cadenas de pecado, situación financiera,
llámese adulterio y luego nos confiamos? ¿Cuántas veces nos ha pasado que una
vez creemos que ya ganamos, descuidamos nuestra vida espiritual? Ya no oramos,
ya no leemos la Biblia, ya no nos
congregamos, ya no servimos… El Señor quiere que permanezcamos en Él, que
estemos alertas por si el enemigo vuelve a atacar.
3. RECUERDA QUE EL SEÑOR ES DIOS DE LOS MONTES Y VALLES Si lees 1
Reyes 20:23-30 te darás cuenta que la victoria que Dios otorga NO DEPENDE de las circunstancias, sino solamente de su
Poder: ¡ÉL ES TODOPODEROSO! Alguno quizá ha dicho “la situación está imposible,
ya nada se puede hacer”. Hoy le pregunto, ¿habrá algo difícil para Dios?
EL SEÑOR ES DIOS DE LOS MONTES Y DE LOS VALLES: sea tu problema grande o
pequeño, nada hay difícil para Dios! ¡Confía en su Poder! ¡Clama con fe! Todo
lo que pidiereis al padre en mi nombre, creyendo lo recibiréis.
Gracias amado pastor Javi, muy precioso el blog.
ReplyDeleteSaludos mi Robert, muchas gracias por leernos. Que Dios te siga usando en todo brother.
DeleteBendiciones Pastor. Palabra edificante para mí y de mucha fortaleza. Gracias por compartir.
ReplyDelete