Tuesday, June 6, 2017
NO DESPERDICIES TUS DÍAS EN ESTA TIERRA
Para aprovechar mejor el contenido de este blog, necesitarás tener tu Biblia abierta mientras lo estudias.
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.” (Efesios 5:15-17)
Cuando en un restaurante sobra mucha comida en la noche y no se puede conservar, se produce un gran desperdicio. De la misma forma, los cristianos tenemos un recurso valiosísimo que, sin darnos cuenta, desperdiciamos a diario: nuestro tiempo en esta tierra. El Salmo 90:1-4 (léalo) nos recuerda que Dios es eterno; él es el Gran Yo Soy; a Él no le afecta el tiempo, ¡pero los versículos 10-12 nos recuerdan que nosotros no lo somos!
En vista de esa verdad, el apóstol Pablo en Efesios 5 nos exhorta a que lo aprovechemos bien, a que no lo desperdiciemos. El problema es que todos creemos hacer buen uso de nuestro tiempo, hasta que lo evaluamos a la luz de la Palabra. Sin saberlo, podríamos estar viviendo “como necios”, siendo “insensatos” en cuanto a la voluntad del Señor. Pero la Palabra de Dios nos hace sabios y entendidos en el manejo del tiempo.
1. DESPERDICIAMOS EL TIEMPO VIVIENDO ATADOS AL PASADO. Hay tres “r” que nos atan al pasado: Remordimiento, Resentimiento y Recuerdos.
Algunos creyentes cometieron errores y vivieron fracasos dolorosos en su pasado. Lo normal sería aprender de ello, arrepentirse y seguir adelante, pero algunos hermanos no se logran perdonar a sí mismos. Han olvidado que “si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1ª Juan 1:9). Leer además 1ª Juan 2:1, 2ª Corintios 5:17, Filipenses 3:13-15.
Otros no pueden perdonar lo que les hicieron, y desperdician su tiempo odiando y guardando rencor. Parece que han olvidado el perdón de Dios hacia ellos, como dice Colosenses 3:13 “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.” Cuando el cristiano entiende que todas las cosas (buenas y malas) son para su bien, es libre de su pasado y comienza a perdonar.
Aun otros pasan recordando con “nostalgia pecaminosa” una época pasada de sus vidas, donde todo era “mejor”: “cuando no tenía esta enfermedad”, “cuando mis padres no se habían divorciado”, “cuando tenía dinero”, “antes que llegara esta prueba”. Pero desperdiciamos nuestro tiempo y menospreciamos la bondad de Dios en el presente. A Israel le pasaba igual (leer Números 11:4-6) anhelando la vida en Egipto antes de salir al desierto, donde Dios los alimentaba con el Maná.
2. DESPERDICIAMOS NUESTRO TIEMPO EN AFÁN POR EL FUTURO. Ya sea que nos preocupemos con un temor excesivo por el día de mañana, o que anhelemos alcanzar bendiciones que aun no tenemos, el afán y la preocupación por el futuro nos hacen desperdiciar el regalo del hoy. La Palabra nos ayuda a vencer el afán: “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” (Mateo 6:31-33) Cuando sintamos afán y temor, busquemos al Señor en oración y recibamos “la paz que sobrepasa todo entendimiento” (Filipenses 4:6-7).
3. APROVECHAMOS BIEN EL TIEMPO AGRADECIENDO, SIRVIENDO A OTROS Y A DIOS. Cuando reconocemos su gracia y misericordia, eso nos conduce a la alabanza, la adoración y la comunión con Dios. Los cristianos somos llamados a “dar gracias a Dios en todo” y a alabarle en todo tiempo.
¿Cuántas bendiciones hemos recibido, y no hemos agradecido?
Cuando dedicamos tiempo a nuestra familia, cuando le expresamos nuestro amor a nuestra pareja e hijos, cuando dedicamos nuestra vida a servir a Dios y al prójimo, entonces y sólo entonces somos verdaderamente felices y plenos. Cumpliendo con nuestro propósito aprovechamos bien el tiempo. Haciendo la voluntad de Dios, predicando a Cristo y proclamando las buenas nuevas invertimos nuestros días pasajeros en aquello que es eterno.
EN CRISTO, EL PASADO ES PERDONADO; EL FUTURO ESTÁ ASEGURADO Y EL PRESENTE TIENE SIGNIFICADO. JESUCRISTO ES EL MISMO DE AYER, HOY Y POR LOS SIGLOS. AMÉN.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment